DISTORSIONES COGNITIVAS (I)
Los seres humanos procesamos la información e interpretamos la realidad con el fin de controlar el entorno y tomar las decisiones adecuadas que permitan adaptarnos a diversas demandas y problemas de nuestro día a día. Cabría esperar que las personas, haciendo uso de su racionalidad, siempre emplearan mecanismos lógicos de análisis de la realidad. A partir de los años setenta las investigaciones aportan datos sobre la irracionalidad en los mecanismos lógicos de análisis de la información. Los seres humanos presentamos distorsiones cognitivas que implican una interpretación errónea respecto de la realidad y dan lugar a hábitos de pensamiento disfuncionales.
Estos pensamientos automáticos, influyen sobre nuestras creencias y las atribuciones causales de los acontecimientos, sobre el concepto que tenemos de nosotros mismos, incrementan las inseguridades en nuestras capacidades, contribuyen al aumento de los conflictos en las relaciones interpersonales y favorecen actitudes pesimistas hacia el futuro, etc. Las distorsiones cognitivas generan comportamientos y actitudes muy limitantes, a la vez que desencadenan emociones y estados anímicos negativos.
Estos pensamientos erróneos proceden de nuestras propias inseguridades y contribuyen a generar inestabilidad en nuestra autoestima. Las distorsiones cognitivas son un tipo de pensamientos que aparecen con más frecuencia en la personas que se encuentran deprimidas, en muchos trastornos de ansiedad y en general, en personas que presentan un bajo autoconcepto; pero también son comunes al resto de personas que no presentan un trastorno psicopatológico y ante situaciones cotidianas, porque las distorsiones en sí mismas no son ninguna enfermedad mental.Características de las distorsiones cognitivas:
• Son aprendidos y por tanto reemplazables por otros pensamientos alternativos y más adaptativos.
• Se expresan en términos de imperativos categóricos: “tendría que”, “debería”, o en términos absolutos: “siempre”, “nunca”.
• Se experimentan como pensamientos automáticos, intrusivos y reiterativos.
• Se repiten de forma sistemática independientemente del contexto.
• Contienen un mensaje victimista y derrotista.
• Su credibilidad es resistente a pesar de la irracionalidad que en muchas ocasiones los sustenta.
Tipos de distorsiones cognitivas:
Para explicarlos vamos a situarnos en el contexto de la interacción que puede ofrecer una relación de pareja.
1. PERSONALIZACIÓN: considerarse la causa de acontecimientos negativos externos, de los que realmente no se es responsable.
Uno de los cónyuges llega a casa con mala cara y el otro interpreta que “estará molesto por algo que le haya hecho”.
2. ADIVINACIÓN: vaticinar un hecho o el resultado de una acción de manera negativa y a la que se le otorga veracidad.
“Aunque intentemos dialogar sobre lo sucedido no va a servir para nada”
3. LECTURA DE PENSAMIENTO: se predice que la persona está pensando negativamente sobre uno mismo aún cuando no se tiene evidencia de ello.
“Seguro que me dirá que no le apetece ir al cine si se lo propongo porque sé que se aburre conmigo”.
4. PENSAMIENTO TODO-NADA (polarizado o dicotómico): se interpreta la realidad únicamente bajo los dos conceptos extremos de un continuo pero sin contemplar categorías intermedias.
“Si mi pareja no me prioriza siempre frente a los demás es que no me quiere de verdad”.
5. SOBREGENERALIZAR: a partir de un suceso se concluye un modelo de fracaso que se aplica a diferentes situaciones.
Si he tenido una ruptura amorosa pienso que “ya nadie me querrá”.
6. ETIQUETAJE: es una forma de sobregeneralización. Los sucesos y las equivocaciones personales o ajenas se califican de forma crítica, peyorativa y globalizadora.
“Soy un inmaduro” “Es una mandona”.
7. MINIMIZACIÓN: las capacidades y los éxitos personales se infravaloran, mientras que a los errores ajenos se les quita importancia y gravedad.
“Me dices que soy responsable en mi trabajo, pero es que tú me ves con buenos ojos”
8. MAGNIFICACIÓN: los errores y nuestros puntos débiles se dramatizan y se exageran demasiado, mientras que los logros y capacidades de los demás se sobrevaloran.
“Ella siempre sabe qué es lo mejor, es preferible que decida ella, yo siempre me equivoco”.
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